Trench… El abrigo que nunca falla

Hay prendas que no pasan de moda. Se reinventan, se adaptan, pero nunca se van del todo. El trench es una de ellas. Este otoño-invierno vuelve a ser protagonista y las calles de las principales ciudades lo confirman: es visto en todos lados, con diferentes versiones y denotando esa elegancia que lo define desde siempre como prenda estilística.

Con raíces militares y espíritu chic, el trench es de esas piezas que hacen que cualquier look se vea más pensado. Liviano pero abrigado, ideal para capas y entretiempos, funciona tanto en los días frescos de abril como en las mañanas frías de julio. Y sobre todo, tiene ese no sé qué que eleva cualquier conjunto sin necesidad de exagerar.

Las versiones más clásicas, en beige o camel, siguen siendo las más vistas. Pero esta temporada hay una apertura clara a colores nuevos: azul noche, verde seco, incluso algunos bordeaux apagados que rompen con lo esperado sin perder elegancia. Y sí, los estampados también se asoman tímidamente para las más audaces.

En cuanto a cortes, la silueta tradicional sigue vigente —con hombros marcados y cinturón bien ceñido— pero también se ven modelos oversize que le dan un aire más relajado y contemporáneo. Algunas marcas incluso proponen mangas abullonadas, cuellos con volumen o botones joya para sumar personalidad.

El trench tiene además esa cualidad camaleónica que lo hace apto para todos los planes. Queda bien con zapatillas y jean, pero también se luce arriba de un vestido con botas altas. ¿La clave? Jugar con las proporciones y no tenerle miedo al mix de texturas: denim, lana, cuero o punto, todo suma.

Uno de sus puntos fuertes es la funcionalidad. La mayoría están hechos en gabardina impermeable o tejidos técnicos que bancan el viento, el rocío e incluso alguna que otra lluvia sorpresa. Es, en resumen, ese abrigo que acompaña sin pedir demasiado a cambio.

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Sofisticación es la palabra clave

Por eso, si hay una inversión de temporada que vale la pena, es esta. Porque el trench no es solo una moda del momento: es una prenda inteligente, con historia y con futuro. Un comodín que siempre vuelve, pero que esta vez lo hace con más fuerza que nunca.

En tiempos donde todo parece efímero, el trench reafirma su lugar como ícono. No necesita gritar para llamar la atención. Con sólo atarlo a la cintura y salir a la calle, ya está todo dicho.

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