Atropello mortal frente a la UOCRA: detienen a un menor

El jueves a la tarde, Kevin Moreira, un nene de ocho años, jugaba con sus amiguitos del barrio Mosconi de Ensenada. De repente, una de sus tías decidió llevárselo con ella hacia el centro de La Plata: iba “a la puerta de la UOCRA, a pedir trabajo”, comentaron sus familiares. Ese fue el punto de partida del drama que se desataría un rato después, en un accidente en el que al niño lo atropellaron, lo mataron y el conductor “nunca frenó”. Se entregó horas después en una comisaría. Tiene 17 años.

Todo sucedió cerca de las 20.30 de aquel día, cuando decenas de personas agremiadas al sindicato de obreros de la construcción estaban agolpadas en 44 entre 4 y 5, en una postal que se puede ver casi a diario en esa avenida.

Algunos voceros policiales y judiciales señalaron que al niño lo embistieron “imprevistamente, cuando el nene estaba junto a su tía, parados sobre el asfalto, al lado de la rambla”, precisaron fuentes de la DDI local.

“iba rapido”

Por la mano que va hacia Plaza Italia, un joven de 17 años y vecino de barrio Hipódromo iba al volante de un Volkswagen Gol Trend. Según dijo Martín Gaitán (36), tío de Kevin, el auto “iba rápido” cuando atropelló” al nene.

Un grupo nutrido rodeó al chico, que quedó tirado sobre la rambla que divide las dos manos de circulación, señaló Martín. Los pedidos de auxilio se fueron apilando uno tras otro y al niño se lo llevaron en un taxi al hospital Gutiérrez. Pese a los esfuerzos médicos, el paciente falleció una hora después.

El tumulto y los reproches al conductor surgieron casi a la par. Por lo que había trascendido aquella noche, “hubo corridas para hacer frenar al que manejaba”.

Pero el adolescente que conducía el Gol hizo todo lo contrario. “Se dio a la fuga”, dijeron fuentes de la DDI. “Nunca paró”, agregó Martín, que también estaba en ese momento frente a la UOCRA, pero que se enteró luego de que el niño que habían atropellado era su sobrinito.

Hubo entonces angustia entre los testigos porque, en ese contexto, parecía imposible que pudieran interceptar de inmediato a la persona que manejaba.

Mientras ellos cortaban la calle en protesta por el siniestro, los policías incautaron el paragolpes y el logo de la marca del auto. Eran apenas los primeros indicios para poder ubicar al responsable. Dentro de los planes de los detectives estuvo también analizar las cámaras de seguridad de la zona.

con la madre

Pero no fue necesario demasiado esfuerzo por parte de los investigadores. Ayer a la madrugada “un joven de 17 años fue con su madre a la comisaría 2ª a decir que había sido él quien atropelló a un chico en 44 entre 4 y 5 el jueves a la noche”, señalaron los voceros.

Se le tomó, entonces, una declaración detallada al adolescente. Los policías quisieron saber su versión del episodio. Sus dichos, al menos ayer, no trascendieron a la prensa.

El joven, que según se confirmó cuenta con registro de conducir e iba acompañado de una mujer al momento del choque (no se informó quién era), quedó aprehendido y alojado en un instituto de Abasto. El Gol blanco, propiedad de la madre del acusado, fue incautado para completar la pericia.

La familia Moreira se debatía ayer a la tarde entre el dolor y cierto reproche hacia la tía que decidió llevar al menor hacia el sindicato “sin avisarle a la mamá” del chico, según sostuvo Martín, quien manifestó “enojo” al respecto: “Se podría haber evitado si no lo llevaban”.

El sepelio de Kevin se realizó ayer en una casa fúnebre de la avenida Bossinga. Martín exigió que el acusado “quede preso” y pidió justicia para su sobrino.