Omar Fernando Laure

Múltiples muestras de pesar, en diferentes ámbitos de la Ciudad, provocó el fallecimiento del contador Omar Fernando Laure, ocurrido a sus 77 años.

Había nacido en La Plata el 8 de noviembre de 1937. Sus padres fueron Gregorio Laure y Emiliana Juana Pérez, y creció en el seno de una familia numerosa compuesta por sus hermanos Liria, Tito, Mary y Alberto Laure.

Sus estudios primarios los realizó en la Escuela Nº 42 y completó los secundarios en el Comercial San Martín. Posteriormente cursó estudios universitarios en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Católica de La Plata, donde se recibió de Contador Público en 1977.

Paralelamente formó su familia con María Rosa Bautista. De esa unión matrimonial, nacieron sus cuatro hijos: Andrés, Cristian, Germán y María Celeste Laure.

Ya desde algunos años antes a recibirse de contador organizó su estudio contable, basándose siempre en su sólida experiencia, dominio de la materia y seguridad en el manejo de asuntos de contabilidad. Luego, una vez ya obtenido su título profesional, el estudio contable “Laure-Laure” se vinculó con grandes comerciantes, profesionales y empresarios de renombre en la Ciudad, a los cuales consideraba como amigos.

Acompañando a su esposa en el área educativa, fue cofundador del Jardín de Infantes “El Ángel Azul”, en el que se formaron varias generaciones de alumnos.

También desde muy joven participó como miembro activo del Rotary Club La Plata Oeste, institución a la que se entregó con afán y de la que incluso llegó a ser su presidente en el período 1996-1997, y donde le otorgaron, entre otras, la distinción mayor, Paul Harris, por su capacidad de trabajo en todas las áreas de la entidad.

Hombre de profunda religiosidad, completó su formación espiritual cuando en 1978 realizó el “Cursillo de Cristiandad”. Ese encuentro personal con Cristo lo proyectó sobre su familia y amigos. Con el Grupo San Agustín realizaba momentos de espiritualidad semanales hasta los últimos días de su vida. En su juventud también fue voluntario del Hospital de Niños Sor María Ludovica.

El fútbol era otra de sus aficiones y fue un ferviente hincha de Estudiantes de La Plata, pasión que legó a sus hijos, siete nietos y dos bisnietos, a quienes también transmitió sus valores humanos, calidez y tenacidad para trabajar por el bien común.