Fusilaron de un disparo en la cabeza a policía que fue a detener a un prófugo

El 14 de marzo pasado un joven de 20 años fue asesinado de un tiro en el pecho en Melchor Romero, caso por el que fueron identificados dos vecinos de la misma zona. A uno lo detuvieron enseguida. Al otro, apodado “Nando” y con pedido de captura en varias causas por robo calificado, no fue fácil encontrarlo. Pero en las últimas horas a los investigadores les llegó el dato de que había vuelto al barrio.

Y fueron a buscarlo. En un par de segundos el operativo trocó en drama, ya que “Nando” reconoció en un grupo de muchachos a policías de incógnito, sacó un arma y en medio de un enfrentamiento disparó directo a la cabeza de uno de los efectivos. Después se lo tragó uno de los pasillos del asentamiento donde estaba refugiado. Y estalló otro tiro.

“Nando” murió ahí y entonces.

Al oficial de la DDI La Plata Matías Avalos, de 38 años, lo trasladaron al hospital de Romero

Los médicos lo operaron y un par de horas después falleció. El arma que le secuestraron a “Nando” era de otro policía que en agosto pasado fue baleado en una pierna después de que lo asaltaron para sacarle la moto (ver aparte).

a sangre fria

Todo pasó cerca de las 18.30, cuando cuatro policías de la DDI La Plata se apostaron en inmediaciones de unos domicilios de Melchor Romero que iban a allanar a pedido de la fiscal Ana Medina, en la causa que investiga el crimen de Juan Carlos Abregú (20). Este joven había sido fusilado el 14 de marzo pasado de un tiro en el pecho en la zona de 161 y 515, según su familia, cuando volvía de trabajar en una carbonera y quedó en medio de un tiroteo entre dos bandas. Horas después también fue ultimado a cuchilladas su tío Sebastián Vega (22), aparentemente “porque sabía quiénes eran los asesinos”.

Por el crimen de Abregú fue detenido rápidamente uno de los acusados, aunque la búsqueda del otro -identificado como Fernando Borges, alias “Nando” (18)- fue complicada. A él lo buscaban ayer a la tarde en 515 y 169.

“Lo vigilaban dos chicas y dos hombres policías vestidos de civil. Cuando llegaron a un pasillo ‘Nando’ se metió y el grupo se quedó tomando mate”, contó un vecino a este diario. Según explicaron los investigadores, como es de rutina en procedimientos de este tipo se monta “una vigilancia encubierta hasta que se avista al que buscan y llega el resto del personal para hacer el allanamiento”.

Borges, que en ese momento estaba con dos sujetos más, advirtió la maniobra y volvió sobre sus pasos con una pistola calibre 9 milímetros en la mano. Uno de sus acompañantes también estaba armado. Y se desencadenó un tiroteo que terminó con Avalos herido en la cabeza, “Nando” en el pecho y uno de sus amigos, al parecer, con un balazo en una pierna.

Los delincuentes se metieron en un pasillo, desde donde segundos después llegó otro disparo. Borges cayó muerto, con un impacto en la cabeza. Quienes estaban con él desaparecieron, se cree que en un Renault Clío.

desesperacion

Los compañeros de Avalos pedían una ambulancia y apoyo con la misma desesperación. Todo llegó muy rápido.

Después de las detonaciones secas de los disparos y los gritos, al barrio lo inundaron las sirenas. Una ambulancia trasladó a Avalos al hospital de Melchor Romero, donde los esfuerzos de los médicos no alcanzaron para salvarle la vida.

Tenía una hijita de 2 años y su mujer está embarazada, informaron fuentes policiales.

A la escena llegaron luego la fiscal Medina y quien está en turno, Fernando Cartasegna. Este último ordenó secuestrar las armas de los cuatro policías y la que portaba “Nando”, antes de derivar las actuaciones a la Asesoría Pericial, ya que Científica no interviene en ningún caso en el que haya personal de la fuerza implicado.

También en la Asesoría se harán las autopsias.

Mientras en el hospital de Romero todo era tristeza y bronca, otros policías buscaban por otros hospitales al que huyó herido del tiroteo.