Un sinuoso camino hasta la designación

A la asunción de Laureano Durán al frente del juzgado federal que manejó, durante casi veinte años, Manuel Humberto Blanco, se llegó tras un sinuoso camino marcado por duros desacuerdos políticos y judiciales.

Esa designación puso, de un lado, a toda la oposición, que se juntó para denunciar un intento de “copamiento oficialista” del juzgado que supervisará en el 2015 las elecciones en la provincia de Buenos Aires. Del otro se ubicó el oficialismo kirchnerista, en un contexto de ásperas tensiones entre el Gobierno y el Poder Judicial por el avance de algunas causas que rozan directamente a la cúspide del poder.

Pero la pelea no sólo fue política. Se planteó un debate técnico que resulta complejo. ¿Puede un secretario cumplir el papel de juez? En la respuesta a ese interrogante se mezclan normas de rango constitucional, interpretaciones judiciales y reglamentos que ha dictado el Consejo de la Magistratura.

Los que cuestionan las designaciones afirman que la ley es muy clara y no deja lugar a dudas: las vacantes (en un juzgado) deben cubrirse con el siguiente orden: a) con un juez de igual competencia y de la misma jurisdicción; b) por sorteo, sobre la lista de conjueces elaborada por el Poder Ejecutivo nacional. La lista de conjueces no está confeccionada. De manera que la ley sólo permitiría una subrogancia por parte de otro juez, que en los hechos es lo que se había resuelto. El juez Adolfo Gabino Ziulu estaba a cargo del juzgado 1 de manera transitoria.

El oficialismo, sin embargo, afirma que Ziulu no tiene competencia en lo penal y que la propia Cámara Federal avaló las designaciones de secretarios.

RENOVACION

En medio de esta discusión -que llevaba ya varios meses- se produjo la renovación de los integrantes del Consejo de la Magistratura. Pero si la oposición tenía la expectativa de cambiar el equilibrio interno de ese organismo, eso no sucedió. El Consejo sigue partido en mitades y la nueva presidenta, que había insinuado alguna independencia, ha votado hasta ahora siempre del lado del oficialismo en los temas sensibles.

HACIA EL FUTURO

Lo cierto es que la controversia por las designaciones en estos dos juzgados de La Plata excede lo coyuntural. Si bien la mayor preocupación de los opositores está puesta ahora en el manejo del tema electoral, lo que se ha discutido -en definitiva- es el margen para nombrar jueces sin contar con el acuerdo del Senado.

Esa es la discusión de fondo, que probablemente ahora tenga derivaciones en otros ámbitos de la Justicia.

El radicalismo, concretamente, ha puesto a especialistas a estudiar un recurso ante la Corte Suprema de la Nación por este tema, mientras el massismo evalúa otro camino judicial: la presentación de un amparo en el fuero contencioso-administrativo.

Las designaciones en la Justicia Federal de La Plata dejan abierto, en definitiva, un debate que excede el caso concreto.