Medicina insiste en que peligra la acreditación de la carrera

EL CONSEJO SUPERIOR DE LA UNLP APROBÓ POSTERGAR LA APLICACIÓN DE LAS NUEVAS EXIGENCIAS PARA ACCEDER A LAS PRÁCTICAS FINALES EN MEDICINA Y SUMÓ UN NUEVO CAPÍTULO AL LARGO CONFLICTO

Fueron cuatro años de tomas y marchas estudiantiles, presentaciones judiciales y cónclaves citados con urgencia. Temporadas de durísimos cruces entre autoridades académicas, decanos trenzados en debates de alto voltaje y dardos al borde de la descalificación. Y cuando todo indicaba que esos episodios, vinculados con la resistida implementación por parte de la facultad de Ciencias Médicas de nuevos requisitos para el egreso de sus estudiantes, iban a cesar con la intervención de la Corte Suprema de la Nación, la puja sigue sumando capítulos.

En Medicina consideran que la reciente decisión de postergar la plena vigencia de los nuevos requisitos para acceder a la Práctica Final Obligatoria (PFO) de la carrera, adoptada por el Consejo Superior de la UNLP, pone en la cuerda floja la validez de los títulos que se otorguen en la facultad de 60 y 120 al ir a contramano de una disposición de la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU), ahora refrendada por el máximo tribunal del país.

La compleja e intrincada “guerra” que tiene su eje en la PFO comenzó a mediados de 2010. Entonces, el decanato de Medicina fijó como exigencia de ingreso a la instancia -para empezar a regir en 2011- no adeudar ningún final. Eso derivó en una toma de la facultad durante 17 días, por lo que, con el aval de la CONEAU, se pospuso la aplicación hasta 2013.

En ese marco, se dictó una resolución fijando un plan gradual para aplicar el requisito cuestionado. Pero un grupo de estudiantes, con el apoyo de las autoridades de la UNLP, recurrió a la Justicia Federal y logró un amparo que marcó que la exigencia de no adeudar materias no podía aplicarse a quienes iniciaron la carrera antes del 2010.

Apelación del decanato mediante, la cuestión quedó en manos de la Corte Suprema, que en fallo dividido acaba de dar la derecha a la unidad académica del Bosque, ordenando a la Justicia Federal platense rectificar su propia sentencia, y anuló disposiciones del consejo superior de la UNLP. Sin embargo, el órgano de cogobierno de la casa de altos estudios local, en su última reunión del año, volvió a postergar la entrada en vigencia de la resolución 602 de Medicina (la manzana de la discordia en torno a las PFO).

DESACATO Y RETIRO DE AVALES

“Creemos que se podría estar incurriendo en la figura de desacato”, subraya Ana Lía Errecalde, decana de la facultad de Medicina: “y por añadidura, poniendo en riesgo nuevamente la acreditación de la carrera por parte de la Coneau”.

Ese organismo evaluatorio, dependiente del ministerio de Educación de la Nación, tiene la potestad de acreditar las carreras de grado y posgrado reguladas por el Estado. De hecho, formuló varias advertencias a lo largo del conflicto: su presidente, Néstor Pan, fue tajante al señalar que “si las situaciones de conflicto se prolongaran, habría que considerar una alta probabilidad de retiro de la acreditación a la carrera médica en La Plata”.

El funcionario destacó oportunamente que las exigencias que intenta fijar el decanato de la facultad fueron creadas en 2007 y “ya se respetan en todas las carreras de Medicina del país”, y adelantó que “de perderse la validez oficial de los títulos, los profesionales no podrán ejercer en el exterior ni realizar investigaciones”.

El Consejo Superior de la UNLP pretende que las -ya no tan- nuevas exigencias para acceder a las PFO se apliquen de manera progresiva desde 2015 y hasta 2017, estableciendo “plazos de adecuación” y “esquemas escalonados”.

Para la Corte Suprema, las cosas están claras: “el obrar de las autoridades de la Universidad es susceptible de colocar a la carrera de medicina en una grave situación según la cual, cuando una carrera que requiera acreditación no la obtuviere, la Coneau podrá recomendar que se suspenda la inscripción de nuevos alumnos”.