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Contra el hambre

Liliana Ilari, presidenta del Banco Alimentario de La Plata. Abastecen a cien organizaciones comunitarias de la Región, que dan de comer a 11 mil personas. “En el mundo, un tercio de los alimentos se tira”

14 de Diciembre de 2014 | 00:00

Por MARCELO ORTALE

“El Papa Francisco ya habló de este tema como seis veces. En el mundo, un tercio de los alimentos se tira…Es un estudio de la Fao , cuya lectura impresiona…Con lo que se tira de alimentos se podría dar de comer a tres veces los pobres en todo el mundo…” dice Liliana Ilari, presidenta del Banco Alimentario de La Plata.

La pregunta no puede demorarse mucho: ¿por qué se tiran los alimentos? “En el caso de los grandes mercados, por ejemplo, porque está próxima la fecha de vencimiento…o porque cambiarán pronto el envoltorio…o porque hay algún pequeño golpe en el envase…”, dice.

Lo que hacemos nosotros no lo puede hacer el Estado. A nosotros nos llaman el tercer sector social, y cada sector social debe cumplir con su misión específica

¿Adónde van esos alimentos? “Bueno, en el caso de nuestro país van primero a grandes depósitos que tienen los establecimientos, la mayoría en la ciudad de Buenos Aires y después los compactan y mandan todo eso al Ceamse…”

Después explicará que también se pierden alimentos en las viviendas particulares, “porque hay gente que compra de más y entonces tira a la basura tomates o frutas antes de que se pudran…bueno, todo eso es lo que nosotros procuramos recuperar”.

Los primeros Ilari que hubo en La Plata –su bisabuelo Pascual, su abuelo Antonio, inmigrantes italianos-, tuvieron una caballeriza sobre calle 54 y su abuelo materno, de apellido Monserrat fue uno de los escultores de la Catedral. Ella es hija de Oscar Ilari y de Elvira Monserrat, cuyo hogar estaba en 45 entre 15 y 16.

Hizo el primario y el secundario en el Normal 1 y después estudió abogacía en la Universidad Católica de La Plata. “Siempre creí en el valor de la justicia, así que supe, desde muy chica, que iba a estudiar abogacía. Soy de la primera camada de egresados, en 1969. Bueno, nos recibimos tres, dos varones y yo, que soy la primera abogada recibida en la Ucalp ”.

Trabajó en muchos sitios, primero en La Plata en la dirección de Menores, luego como abogada en Rentas de la provincia de La Pampa y, por último vivió varios años en Bahía Blanca, donde trabajo en los Tribunales provinciales de los que finalmente se jubiló en 2001.

Mientras tanto, se había casado y tuvo siete hijos: Victoria Blanco Ilari (43) librera en Campana; Pascual (41), abogado en Bahía Blanca; Juan (39) filósofo, investigador del Conicet); Rosario (38) psicóloga en La Plata; Eugenia, que falleció; Ezequiel (34) tenor en Bahía Blanca y Patricio Blanco Ilari (32) abogado en La Plata. “Todos mis hijos son excelentes” afirma.

En 2001, dice, tomó tres decisiones importantes: “me jubilé, me separé y me fui de Bahía Blanca, para radicarme de nuevo acá”.

¿Cómo fue lo del Banco Alimentario?

“En 2001 nació en La Plata el primer Banco Alimentario del país. Un amigo nuestro, el doctor Luis María Sisto, había llegado de Italia en donde conoció un banco de alimentos. Sisto fue un hombre de gran sentido social. Así que lo fundó aquí en La Plata …y yo volví a la ciudad un poco después. Así que me convocó. . Empezamos a trabajar junto a Cáritas, con una colecta anual de alimento…Llegó la crisis, la gente empezó a ver que las necesidades eran muchas.

En estos años, ¿puede definir cuándo hubo más pobreza?

“Hubo dos épocas muy bravas. Una fue la crisis del 2001. La otra fue la situación puntual, la de las inundaciones del año pasado en La Plata. Fue un año muy difícil, por lo de la tormenta en abril. Fueron días de muchísimo trabajo, estuvimos días enteros sin dormir…”

La pregunta anterior apunta a conocer si, de acuerdo a los aportes de alimentos que ustedes realizan, pueden determinarse en el tiempo distintos niveles de pobreza…

“No, lo que se puede decir es que hay niveles de pobreza estabilizados. Eso es lo que podemos ver”.

¿Ustedes colectan alimentos de sus donantes y los distribuyen en instituciones, que son después quienes los entregan a las familias?

“Así es. Nosotros recuperamos alimentos de los productores, del Mercado, de los grandes y pequeños negocios de todos los rubros, aceptamos también donaciones de servicios y luego nos encargamos también de distribuir los alimentos a instituciones de La Plata , Berisso, Ensenada, Quilmes, Verónica, El Pato, Magdalena y otras localidades. Ahora tenemos a cuarenta instituciones más en lista de espera…”

¿Con qué estructura cuentan?

“Con un depósito que está por Villa Argüello, con una camioneta que hace de transporte y con un plantel de siete personas fijas y unos quince voluntarios. Nadie cobra y además no tenemos subsidios de ninguna índole”

¿Cuántos bancos alimentarios hay en el país?

“Hay 19 en todo el país, cuatro de ellos en la provincia de Buenos Aires. El primero de todos es el nuestro. Nosotros trabajamos enhebrados en red en esta red de bancos”

¿Ustedes sólo distribuyen alimentos no perecederos?

“No es así, distribuimos todo tipo de alimentos: galletitas, arroz, harina, fideos, cereales, azúcar, aceite, mermeladas, chocolates, mate, café, yerba pero también leche, verduras y hortalizas, huevos y frutas. Nuestro personal va todos los días al Mercado Regional y allí los puesteros nos conocen, nos permiten recuperar unos 8 mil kilos de fruta y verdura por mes”

¿Lo que ustedes hacen viene a suplir carencias del Estado?

“No, no es así. Lo que hacemos nosotros no lo puede hacer el Estado. A nosotros nos llaman el tercer sector social, y cada sector social debe cumplir con su misión específica. El primer sector social es el Estado, el segundo son las empresas con fines de lucro. Nosotros somos parte de las organizaciones sin fines de lucro, el tercer sector que toda sociedad civil debe tener”

¿Cuantos alimentos distribuye el Banco Alimentario de La Plata ?

“En promedio, unas 30 toneladas por mes. Hay más distribución durante los meses de invierno. Vea, durante 2013 los bancos alimentarios del país distribuyeron más de 7,6 millones de kilos de alimentos, para colaborar con más de 1500 entidades que contribuyen con la alimentación de más de 230 mil personas, de las cuales el 72 por ciento son niños. Le digo esto, se calcula que cada kilo de comida equivale a tres platos”

Se sabe que ha existido y que persiste cierta reticencia de los grandes mercados a donar alimentos…

“Así es. Esto ocurre porque en la Argentina no tiene sanción la ley conocida en el mundo como la del Buen Samaritano, que es la que deslinda de eventual responsabilidad civil a los donantes, en caso de mal estado de los alimentos. Lo cierto es que acá y en el mundo entero se tira un tercio de todos los alimentos. Y se calcula que todas las noches hay 824 millones de personas en el mundo que se van a dormir con hambre”

Ustedes se han encontrado con productores de frutas que ofrecieron toda su cosecha como aporte, han tenido otras demostraciones de enorme generosidad…¿toda la gente es generosa?

“No toda, yo digo que hay mucha gente que responde cuando se produce algún hecho social resonante, como, por caso, la inundación…después se desinflan y siguen una vida completamente individualista…Pero ahora, como dije, veo que hay más gente que descubrió que las necesidades crecen todos los días…A mí no me interesa tanto que una persona haga un aporte material, sino que exista en esa persona un compromiso. Me interesa crear vínculos humanos, que me digan esta obra que hacen ustedes es buena y voy a sumarme. Hay que ganar gente para la causa contra el hambre”

¿Usted es una persona feliz por lo que hace? ¿O lo que hace y lo que ve la entristece?

“Estoy muy contenta. Me siento muy bien”

¿Tiene algún proyecto?

“Sí, que no se tire ningún alimento. Que los pallets de los hipermercados y supermercados de la zona se queden en nuestra zona, porque hoy los devuelven a las centrales de Buenos Aires. Y perfeccionarnos en el recupero de frutas y verduras, donde hace falta mucha rapidez para distribuirlas después. La rapidez es propia de todo banco alimentario”.

*******************

Junto con otras entidades de bien público, están peleando contra el hambre. Se trata de una guerra que libran con sonrisas, con una alegría que se le ve en los ojos a Liliana Ilari. Todos los días salen a recuperar alimentos, pero también van a buscar personas, a sumar soldados para ir al frente en esta batalla silenciosa y pacífica. Ilari vive en un departamento de altura, allá por el sur del casco urbano. Por las ventanas se ven, a lo lejos, la Catedral, el Estadio Unico, los techos de Los Hornos. Es ella la que quiere aprovechar la entrevista y agrega: “el que quiera encontrarnos puede hacerlo a través de www.bancoalimentario.org.ar

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