En el gran escenario de los consagrados

Después de un año intenso en presentaciones en plan netamente federal, a lo largo y a lo ancho del país, y el lanzamiento de su nuevo álbum “Escisión”, los platenses de Militantes del Surco arrancarán 2015 bien arriba: serán parte de la grilla del Cosquín Rock.

El cuarteto fue confirmado para el “festival de festivales” que se llevará a cabo entre el sábado 14 y el lunes 16 de febrero en el aeródromo de Santa María de Punilla un bonito enclave serrano a orillas del río que conecta Cosquín con el lago San Roque de Villa Carlos Paz.

Los Militantes serán de la partida el lunes 16, en el escenario principal, compartiendo cartel nada menos que con Ciro y Los Persas, Las Pelotas y Las Pastillas del Abuelo, entre otros.

Aguante, solvencia y un eficaz trabajo de hormiga les valieron a los locales ese privilegio, luego de acrecentar su base de seguidores con giras por provincias como La Rioja, Mendoza, Neuquén y Córdoba.

Los Militantes serán de la partida el lunes 16, en el escenario principal, compartiendo cartel nada menos que con Ciro y Los Persas, Las Pelotas y Las Pastillas del Abuelo

Además, vienen de tocar en el Personal Fest y las dos ediciones previas del Cosquín Rock; ahora, en el marco de los festejos por los 15 años de esa cita rockera y como premio al esfuerzo incansable, Diego Barragán -voz-, Damián Vilano -batería-, Alejandro Olivé -guitarra- y Leandro Milne -bajo- se darán el gran gusto.

“Destrocemos” es el primer corte de “Escisión”, y ya cuenta con video propio. Grabado en el estudio de la banda, El Tala Records, y dirigido por Matías Fabro de Tangram Producciones, marcó el puntapié inicial en la difusión de un álbum que llegó para suceder a “MDS” (EP, 2001), “Fobia” (2003), “En vivo” (EP, 2005), “Ansia” (2008) y “Valoro” (2012).

Militantes del Surco se formó en 1997, en el barrio Santa Ana de City Bell, cuando Barragán y Olive, entonces con sólo 21 años, resuelven buscar un vehículo adecuado para las canciones que habían comenzado a componer. Con el paso de los años consolidaron una potente usina de rock duro y sin concesiones, que no se priva de manifestar inquietudes sociales en el plano lírico, y tiene en el formato de “power trío” el motor que impulsa las composiciones.