Preocupación por audaz ataque frente al edificio de las fiscalías

MARÍA ELENA, PROPIETARIA DEL LOCAL QUE FUNCIONA FRENTE AL EDIFICIO DE LAS FISCALÍAS PLATENSES

Alguien los escuchó en la madrugada y para colmo tuvieron problemas para forzar la cortina. Los ladrones no pudieron llevarse nada del negocio, pero lo que volvieron a sembrar es la preocupación en los comerciantes que trabajan en el Centro.

Hacia las 2.30 de ayer, dos ladrones llegaron hasta el frente de un local de arreglo de ropa en 7 y 56. Su primera intención fue levantar y después romper el acceso al comercio.

Nada de eso les salió, y para colmo “un testigo se dio cuenta de lo que pasaba cuando escuchó los ruidos y llamó al 911”, contó María Elena (63), la dueña de ese negocio que funciona enfrente de las fiscalías.

Aparentemente, los mismos dos ladrones habían ido a robar en otro local cercano. Sin embargo, ese dato quedó en trascendido, porque ninguna fuente logró especificar de qué comercio se trató, ni si la dupla tuvo éxito.

En un reflejo inmediato, los delincuentes se vieron descubiertos y se fueron corriendo en direcciones opuestas. Así fue que no consiguieron siquiera entrar a revisar el negocio.

“La Policía tardó un minuto en llegar”, asintió Elena. El operativo se desplegó por todo el área cercana, pero no consiguió con su objetivo de atraparlos.

Con este episodio regresó la tensión y el alerta entre quienes trabajan sobre la avenida 7 entre las plazas San Martín y Rocha, un tramo que, a pesar de estar enclavado en el corazón comercial platense, se caracterizó por haber sido uno de los más castigados por la inseguridad en los últimos años.

Este 2014 había ofrecido una suerte de pausa en los delitos, según dijeron algunos de los damnificados, pero la calma parece estar cerca de quebrarse. Otra vez.

PERSECUCION POR 3 BARRIOS

El martes a la noche, un motociclista que vio a un patrullero aceleró sospechosamente. Lo hizo desde 13 entre 62 y 63, para luego pasar por el Parque Saavedra y en un momento llegar hasta El Mondongo. En 66 y 118 la persecución se amplió: al primer móvil que salió a perseguirlo se le sumaron otros dos. El operativo era cada vez más amplio y el sospechoso empezaba a estar cercado.

Hasta que en 1 entre 61 y 62 se le terminaron las escapatorias: “Quiso esquivar otra vez a la policía e intentó saltar la rambla divisoria de los dos carriles de la avenida”, señaló una fuente del caso.

Su intento no logró más que hacerlo caer al piso, para que los agentes lo capturaran enseguida. En su poder le encontraron un revólver calibre 38 con cinco balas.