El Papa llamó a los sacerdotes a ser pastores y no “mercenarios”

EL PAPA RECORRE LA PLAZA DE SAN PEDRO PARA SALUDAR A LOS FIELES, TRAS LAS CANONIZACIONES

CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Francisco pidió ayer a los sacerdotes que sean pastores caracterizados por una actitud de “ternura” y “amor” hacia los cristianos, para evitar así convertirse en “mercenarios”.

“Todos los que en la Iglesia estamos llamados a ser pastores, no podemos desviarnos de este modelo si no queremos convertirnos en mercenarios. El pueblo de Dios tiene un olfato infalible para reconocer a los buenos pastores y distinguirlos de los mercenarios”, afirmó Jorge Bergoglio durante una ceremonia de beatificación.

Durante su alocución, el obispo de Roma apeló a la “cercanía y ternura” para afirmar que son las máximas que deben guiar a los pastores de la Iglesia Católica, siguiendo el modelo de Jesucristo. El modelo que ofrece hoy la Iglesia, según el pontífice, debe ser el de dedicarse sin reposo al servicio de pobres, enfermos, ancianos y peregrinos.

CANONIZACIONES

Como se dijo, Francisco canonizó ayer a seis nuevos santos, incluso un sacerdote y una monja del estado indio de Kerala. El pontífice dijo que los santos, cuatro de ellos italianos de provincias y dos indios de la Iglesia Sirio-Malabar, una de las 22 del rito oriental que operan en plena comunión con el Vaticano, fueron ejemplo de servicio “a los más pequeños y los más pobres”. “Dedicaron sus vidas sin retaceos a servir a los más insignificantes y pobres, enfermos, ancianos y peregrinos”, expresó el Papa a la multitud reunida en la Plaza de San Pedro.

Unos 5.000 feligreses viajaron desde el estado indio de Kerala para asistir a la ceremonia, que fue transmitida en vivo a pantallas emplazadas en la región en el sur de la India.

El reverendo Kuriakose Elías Chavara, que vivió en el siglo XIX, contribuyó a la expansión de la Iglesia Sirio-Malabar. Eufrasia Eluvathingal, nacida en 1877 y bautizada con el nombre de Rosa, llevó una vida recluida de oración y fue conocida como la “madre de la oración”. El pontífice manifestó su esperanza de que los cuatro santos italianos, nacidos en Vicenza, Nápoles, Rímini y Cosenza, contribuyan a “revivir el espíritu de cooperación y armonía por el bien común”. Tras la ceremonia, el Santo Padre rezó el Ángelus junto con el resto de los fieles asistentes y, posteriormente, recorrió en su vehículo la plaza vaticana para saludar y bendecir a los peregrinos.

PRÓXIMOS VIAJES

El papa Francisco viaja en los próximos días a Estrasburgo (Francia), sede del Parlamento Europeo y el Consejo de Europa, y a Turquía, donde continúa una tradición de sus últimos predecesores de ecumenismo y aproximación a los musulmanes.

En una misma semana (mañana estará en Estrasburgo y el viernes 28 partirá a Turquía) Bergoglio viajará dos veces fuera de la península italiana con propósitos diversos, el primero de ellos hablar a la representación de los europeos para, según el secretario de Estado vaticano Pietro Parolin, recordar que los cristianos pueden devolverle a Europa su “alma”.

Libertad, democracia, igualdad y respeto del estado de derecho son, según dijo Parolin a radio Vaticana antes del viaje de Bergoglio, los aportes del cristianismo a Europa, parte del “alma” a la que aludió y a la que el pontífice podría apelar en sus discursos. El cardenal habló de la “fatiga” de Europa, en expresión del Papa, y destacó que el gran problema del Viejo Continente es el desempleo, quizás una pista de por dónde irán las líneas de los discursos de Bergoglio en Estrasburgo.