La doble fila en las escuelas, un hábito que enloquece el tránsito

Estacionar el auto en las inmediaciones de las escuelas en horarios pico de entrada y salida de los alumnos es un pasaje seguro a la pesadilla. Se suman los testimonios de aquellos conductores que quedan atrapados por la doble fila y hasta que no se termina el horario de ingreso o egreso de los estudiantes queda atrapado, casi de “rehén” en el vehículo aguardando el momento de la “liberación”.

A pesar de las distintas actividades que se desarrollaron desde la Municipalidad -charlas, talleres, controles- la situación no mejora y en algunos casos se ha agudizado de una manera preocupante, según distintos testimonios que recibió este diario,

Desde la Municipalidad insisten en la implementación de campañas de concientización mientras intentan lograr el apoyo de los conductores. Un problema de larga data y conocido por todos, el estacionamiento en doble fila complica continuamente el tránsito, especialmente en el horario pico del mediodía cuando se da el cambio de los turnos escolares y frente a las instituciones educativas largas filas dobles de vehículos dificultan el paso vehicular.

ATRAPADOS EN EL CAOS

Uno de los mayores problemas radica en que los únicos afectados no son los conductores de los autos familiares o transportes escolares, sino que son los propietarios de otros vehículos estacionados los que a veces deben esperar durante largos minutos hasta que las calles se liberen del denso tránsito vehicular que hay en los alrededores de los edificios escolares.

“Es terrible, ya me pasó una vez de estacionar en la cuadra del colegio y cuando salí al mediodía, tuve que esperar 25 minutos porque era auto tras auto que venía y paraba en segunda fila”. El caso extremo de Jorge Villalobos es inusual por su duración, pero no lo son los casos donde los conductores deben esperar pacientemente hasta poder movilizarse normalmente por las calles de nuestra Ciudad.

La experiencia ha enseñado a quienes se acercan en sus autos al centro a realizar trámites, a no estacionarse en las inmediaciones de los colegios cuando puede ser evitado por miedo a quedar “atrapado” entre el cordón y la segunda fila de autos, estacionados en infracción. Claro que los afectados también son el resto de los autos que deben movilizarse por las calles, atentos a no chocar con alguno de los tantos autos que tras “levantar” a los chicos del colegio, dispara a la calle intentando liberarse de la misma caótica situación vehicular de la que era parte.

“Vos vas por 51 y cuando llegas a 11, tenés que tener ojos hasta en la espalda” comenta Silvana, una conductora que por su trabajo circula frecuentemente en la zona del centro aledaña a Plaza Moreno, “tenés los autos que salen del colegio, los colectivos que no te rozan por un pelo, los chicos que cruzan la calle, una locura”.

Pero no sólo ocurre en las inmediaciones del despacho municipal el problema de la doble fila en los alrededores de los colegios: también se da en 55 entre 10 y 11; en 16 y 48; en 6 y 59; en 51 entre 14 y 15; en 6 entre 41 y 42; en la manzana de 44, 45, 9 y 10; entre otros sectores del casco urbano. En la periferia el problema no es menor y en casi todos los barrios hay un reclamo sobre este punto que pone los pelos de punta a más de un conductor.

La situación ha escalado a tal punto que provocó la intervención de las autoridades de la Comuna en varios frentes, por los que intentan abordar la problemática vial tanto desde la prevención como de la infraestructura vial.

Mediante la implementación del Programa “Zona Vial Responsable” se busca lograr la concientización de todas las partes involucradas, tanto los conductores y transportistas como las autoridades de las instituciones educativas, en un intento de superar la “doble fila” como punto esencial de la problemática vial en los entornos escolares.

A las acciones enfocadas a la optimización del espacio de estacionamiento vehicular, se suman también los operativos dinámicos de prevención vial que consisten en visitas sorpresivas en las puertas de las escuelas, donde los inspectores se abocan a ordenar el tránsito y educar a los peatones, pasajeros y conductores, haciendo uso de un megáfono, llamando la atención a los infractores y “educando desde la vergüenza”. En total, a la fecha son 22 los colegios donde la Municipalidad ha puesto en práctica estas medidas y según aseguran en la Comuna, se “han logrado buenos resultados en al menos siete colegios”.

“Tenemos presente que debemos seguir avanzando sobre aquellos aspectos que, como “la doble fila”, deben ser gradualmente superados para la seguridad vial de todos y fundamentalmente para la preservación de la vida de las personas que utilizan el tránsito a diario en nuestra ciudad. Estamos trabajando para que todos los actores se involucren directamente a partir de la concientización que la problemática representa en términos de calidad de vida urbana”, aseguraron desde la Municipalidad.