La pérdida de valor de la soja añade un nuevo problema

Si bien el viernes repuntó levemente hasta tocar los 400 dólares la tonelada, el precio de la soja tocó su valor más bajo de los últimos cuatro años y hace temer por una fuerte merma en el ingreso de divisas, precisamente en momentos en que la falta de dólares proyecta serios nubarrones sobre la economía argentina. Y es que precisamente la oleaginosa es el principal producto de exportación.

En efecto, la soja registró una baja interanual medida en puerto argentina del 16 por ciento. Es más, algunos analistas estiman que el valor de la oleaginosa seguirá cayendo hasta estabilizarse en alrededor de 360 dólares la tonelada en 2016, luego de que en 2007, la tonelada llegó a cotizar a 570 dólares. La cosecha del año próximo, según las mismas estimaciones significarían una caída de 3.500 millones de dólares de ingresos para el país, que además se traducirán en menos ingresos fiscales. De lo que resta vender de la actual cosecha se perderían alrededor de 1.900 millones de dólares, si se mantienen estos precios fuertemente deprimidos por la excepcional cosecha de Estados Unidos. Esto hace que difícilmente la tendencia pueda revertirse, de modo contrario a lo que sucede con otros granos como el maíz y el trigo que largamente han tocado su piso de cotización y están en plena etapa de aumento. La actual caída en el precio de la soja no sólo responde a la cosecha récord de Estados Unidos, sino también a que el mercado chino está muy abastecidos, lo que hizo que virtualmente se retiraran del mercado.

PESIMISMO

Pero otros economistas y productores agrícolas trazan un cuadro todavía más complicado. En efecto, están planificando la siembra de granos gruesos de la campaña 2014/15, que comienza el mes próximo con el cálculo de que el agro aportaría hasta 5.500 millones de dólares menos de divisas que en 2014, como consecuencia de la caída del precio internacional de los granos.

A su vez, el Estado vería reducidos sus ingresos en hasta 1.500 millones de dólares por derechos de exportación.

Además, advierten que, por el aumento de costos de producción (mano de obra, insumos, gasoil y fletes, entre otros), hay cultivos que dejan de ser rentables, sobre todo en zonas alejadas de los puertos. Según estimaciones periodísticas, según la zona la merma en la siembra puede alcanzar hasta el 60 por ciento y el área sembrada bajaría a 33,7 millones de hectáreas, unos dos millones menos que el récord de la campaña 2011/2012. La cosecha, en tanto, se reduciría a 99 millones de toneladas, 4,5 millones menos que la actual campaña. El grano más afectado sería el maíz, que comenzará a sembrarse el mes próximo. Los especialistas fundamentaron este panorama por la combinación de precios más bajos y costos en alza. Y aunque los valores de la soja también están en baja, la oleaginosa volvería a ganarle superficie al maíz por tener un menor costo de producción.