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Revista Domingo |INTERÉS GENERAL

Carolina Jaquenod: de mejor promedio a experta en virus

Terminar la secundaria con un promedio de 9.90 parece una hazaña inalcanzable. Pero no para esta ex alumna del Normal 2. En la universidad, jamás la bocharon. Y ahora tiene futuro brillante en el Conicet. Su lema: la constancia.

31 de Agosto de 2014 | 00:00

Por LEANDRO SAVORETTI

Entre los 150 alumnos que egresaron en el 2001, del Normal 2 de La Plata, Carolina Jaquenod fue la mejor. Su promedio de tan impecable, asustaba: 9.90. “Para mí”, dice ella,”fue una cuestión de constancia. Es que nunca me desviví por el estudio”.A juzgar por sus notas, se hace difícil creerle.

PARE DE SUFRIR

A esta chica diez el estudio no le impedía juntarse con amigos, salir por la noche. Incluso, pasarla bien con sus compañeros, sacarse buenas notas y ayudar al resto a superar exámenes. Una vez, se llevó diez pruebas al baño y les resolvió todas las ecuaciones químicas a sus compañeros. Para sus amigos, era una pesadilla. Para ella, era de lo más divertido. “La pasaba muy bien. Además química me encantaba, siempre le encontré la lógica”, dice.

Con Lengua, en cambio, sufría. Aún así,dice que disfrutó haciendo un trabajo sobre el clásico “Manual de zonceras argentinas”, de Arturo Jauretche. ¿Historia? Le aburría y tuvo que aprenderla de memoria. ¿Geografía? Mmm. “Es el día de hoy que me sigo perdiendo en las calles”.

A pesar de eso, a todas las materias Carolina siempre les encontró la vuelta. De algún modo las hacía divertidas. ¿Su lema? “Si te ponés en contra la sufrís”.

BATALLA PERSONAL

Carolina no es creyente pero el estudio, para ella, es sagrado. “A mí me gustó siempre estudiar y fui muy exigente conmigo –dice-. Nunca competí con los demás. Era una batalla personal”. Como la de un maratonista su meta es bajar sus propios tiempos, en la facultad Carolina se esforzaba por elevar sus calificaciones, sin mirar quién estaba delante y quien por detrás.

“En Argentina es muy difícil hacer drogas para tratamientos humanos. Necesitaríamos una infraestructura que aún no tenemos”

El primer y segundo año de la carrera Ciencias Biológicas, se obsesionó y los superó rapidísimo. ¿Su receta? “No me colgaba con las materias, entonces cuando llegaba la hora del final lo veía como un repaso general”.

Desde hace 8 años es investigadora del Conicet. Empezó su tesina sobre el virus Baculovirus en 2006, con la idea de aplicar ese virus en los campos para matar los insectos que se comen las cosechas sin tener que usar agro químicos.

En 2007 aplicó para el doctorado. Desde 2008 trabaja en el mismo laboratorio pero cambió de tema y de virus: ahora trabaja con los virus “Coxsackie” y “Junín”, que afectan el corazón de las personas y son uno de los causantes de la FHA (Fiebre Hemorrágica Argentina). Aunque no hay cifras oficiales para los enfermos con Junin existe una vacuna, que se aplica en el área endémica, y que es muy efectiva. “Siempre me gustó la investigación aplicada a la medicina”.

Carolina hace investigación básica, más descriptiva, sin pensar tanto en cómo aplicarlo. “En Argentina es muy difícil hacer drogas para tratamientos humanos”, explica, “necesitaríamos una infraestructura que aún no tenemos”. También aporta sus conocimientos como docente en las materias Bioquímica 2 y 3 en Ciencias Exactas.

Cuando iniciaba su doctorado, gracias a un proyecto del gobierno estadounidense, viajó tres meses y medio a Filadelfia. “Pero no anduvo”, confiesa sin tapujos. “Era poco tiempo. Tres meses no existen. Pasás un mes sólo para saber donde están las cosas en el laboratorio”.

Por un trabajo de plaquetas con Coxsackie la premiaron y se fue cinco días a un congreso en Amsterdan. “Nunca hice las cosas para que me premiaran, pero que suceda es lindo -confiesa-. Alguien valora el esfuerzo que uno está haciendo”. Aprovechó esa oportunidad para ir a visitar a su hermana a Noruega y recorrer por un mes otros países europeos. Nunca desaprobó un examen y se recibió de la facultad con 8.34 “un muy buen promedio para esa carrera”, afirma. Y sobre todo, dice “me recibí muy feliz”.

HERENCIA FAMILIAR

“En mi familia somos todos nerds”, dice hoy con aire de naturalidad esta investigadora. El currículum familiar lo avala: papá ingeniero electrónico con medalla de honor; mamá ingeniera electrónica que hace unos años se dio el gusto de estudiar Letras. ¿Hasta dónde llegó? La terminó. Y no así nomás: con mejor promedio. Ser brillante es de familia: su hermana, Gisele Jaquenod, ostenta otro 9.90 en su boletín escolar. En su caso, con un plus: es el mejor promedio en la historia de Bellas Artes. Ahora, como diseñadora gráfica, vive en Noruega.

Pero volvamos a Carolina. Ahora que llegó a los treinta, dice que por primera vez aflojó un poquito con el trabajo. “No le dedico ni un minuto más de lo que corresponde”, recalca. Cuando llega a casa no vuelve a abrir su computadora, no responde correos ni relee ningún paper. Semejante cambio tiene un por qué: ahora disfruta con darle una mano a quien la necesite. La veta social se le despertó participando en el área de Neonatología del Hospital San Martín, y en un proyecto de Cáritas para llevarle ropa, calzado, pañales y hasta óleo calcáreo a las madres más necesitadas. “Es la primera vez que hago muchas cosas que no tienen que ver con el trabajo”, dice. En julio participó de un “Techo para mi país”, y con 80 personas levantaron casas en Barrio Futuro, una de las zonas emergentes del Gran La Plata.

Mientras tanto, su ambición sigue intacta: “Tengo ganas de irme unos meses. Esá terminando su post doctorado y en diciembre quiere transformarse en investigadora. Está en contacto con gente de Francia que conoció en el Congreso en Amsterdam para estudiar en la Universidad de Lyon un virus parecido al Junín, que se encuentra en África y es mortal. “París me enamoró”, jura ella. “Pero no sé una palabra de francés”. Pero ella ya lo sabe: todo se soluciona con un poco de constancia.


ANTES
Desde hace 8 años es investigadora del Conicet. Empezó su tesina sobre el virus Baculovirus en 2006, con la idea de aplicar ese virus en los campos para matar los insectos que se comen las cosechas sin tener que usar agro químicos
DESPUES
Desde hace 8 años es investigadora del Conicet. Empezó su tesina sobre el virus Baculovirus en 2006, con la idea de aplicar ese virus en los campos para matar los insectos que se comen las cosechas sin tener que usar agro químicos

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