San Carlos lo dio vuelta y logró un triunfo espectacular

MIRANDA CONTROLA EL BALÓN ANTE WALTER GÓMEZ. EL PÁJARO VOLVIÓ A CONVERTIR

Por Leandro Duba

E n apenas 29 minutos, San Carlos pasó de la decepción a la euforia absoluta. Así de simple. Después de haber visto un primer tiempo para el olvido, donde Platense llegó a sacar dos goles de diferencia, ni el más fanático de los hinchas del Celeste imaginó que el equipo de sus amores podía alcanzar semejante hazaña. Pero lo hizo... Y está nuevamente en la punta del Grupo 2.

Hubo un período para cada uno. Platense, que tuvo una semana complicada, y llegaba a Berisso urgido de resultados, jugó un primer tiempo inteligente.

Le robó la pelota a San Carlos, y a partir del trabajo de los volantes, supo manejar el partido con cierta comodidad. El local, con algunas dificultades en el traslado, dependió muchas veces de lo que podía hacer Pablo Miranda. Y en contadas ocasiones puso en aprietos a la defensa “Calamar”.

Platense, a un minuto del final, llegó al gol a través de un cabezazo de Zúñiga (44), a la salida de un tiro de esquina.

Se esperó la reacción de la Villa en el complemento. Y por momentos lo logró. Zuccarelli movió rápido el banco, y con los ingresos de Sequeyra y Perotti, el equipo ganó en movilidad.

Sin embargo, otro cabezazo dentro del área, esta vez de Pablo Bueno (8), tiró por la borda la reacción que había exhibido hasta ese momento el conjunto de Berisso.

Dio la sensación de que el “Calamar” se relajó demasiado luego del segundo gol. Cómo que dio por terminado el partido. Pero no se imaginó que San Carlos iba a generar una reacción espectacular. A los 15, apareció la “rabona” de Bordonaro para encender la luz de la esperanza. Platense lo pudo definir a los 28, con una “volea” de Vega, que Sessa tapó de manera brillante.

A los 34, Nadal bajó la pelota con la mano en el área. Penal. La pena máxima la ejecutó Miranda y estableció la igualdad. Y cuando se cumplían 44 minutos, Sequeyra, tras una gran habilitación de Leo Morales, definió con un zurdazo esquinado, lejos del alcance de Flores.