Scioli, en la carrera de las definiciones claves

EL GOBERNADOR DANIEL SCIOLI JUNTO A SU PAR DE MENDOZA, FRANCISCO PÉREZ

Por MARIANO PEREZ DE EULATE

L a reunión, reservada, sucedió hace más de diez días en la capital federal. Daniel Scioli recibió a sus colegas de Jujuy, Eduardo Fellner; de Chubut, Martín Buzzi, y de Mendoza, Francisco Pérez. Son todos mandatarios de provincias petroleras que, pese a su condición de oficialistas, mantienen fuertes diferencias con el gobierno nacional a raíz de la nueva ley de Hidrocarburos que impulsa la Casa Rosada.

En aquel encuentro, los mandatarios le habrían pedido a Scioli que, en su condición de candidato presidencial del peronismo, exprese una postura firme en contra de la norma oficial como requisito mínimo para conseguir el apoyo político de esos distritos. El bonaerense tomó nota y pidió tiempo.

No estuvo presente el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, quien acaba de anunciar su pase al Frente Renovador de Sergio Massa. El “Brujo”, como le dicen al mandatario, es además el rival provincial del jefe del bloque de senadores nacionales del Frente para la Victoria, Miguel Angel Pichetto, aliado de Scioli y aspirante a acompañarlo en el binomio presidencial.

FUERTE DISCUSIÓN

La discusión entre las provincias hidrocarburíferas y el gobierno nacional se da porque el proyecto de ley en cuestión incluye cambios que, muy resumidamente, tienden a recortar ingresos de los distritos por regalías e impuestos y limita la participación de las empresas petroleras provinciales (las provincias son dueñas de los recursos según las normas vigentes) en la exploración y explotación del crudo y del gas no convencional. El yacimiento de Vaca Muerta es la gran joya de este tipo de hidrocarburo pero la ley apunta mucho más allá.

Los mandatarios le habrían pedido a Scioli que, en su condición de candidato presidencial del peronismo, exprese una postura firme en contra de la norma oficial sobre hidrocarburos

Pérez, Buzzi, Weretilneck y el neuquino Jorge Sapag, sobre todo, lideran el reclamo de las provincias petroleras nucleadas en la Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos (OFEPHI) que, además de los distritos ya mencionados, también está integrada por Formosa, Santa Cruz, Tierra del Fuego, Salta y La Pampa. En ese rol, se enfrentan al CEO de YPF, Miguel Galuccio. Punto en contra para Scioli: había dejado trascender, antes de los encuentros con sus colegas, que pensaba en dejar a Galuccio al frente de la empresa estatal en caso de acceder a la Presidencia.

Según fuentes sciolistas, luego de aquel primer encuentro habría existido otra reunión en la que Scioli pidió más tiempo todavía, hasta que se resuelva en el Congreso Nacional la cuestión de la llamada ley de Pago Soberano Local de la Deuda Externa. Que no es otra que la iniciativa que envió el Poder Ejecutivo para tratar de solucionar el problema con los fondos buitre y los tenedores de bonos reestructurados que no cobraron sus acreencias por el fallo adverso del juez Thomas Griesa.

El bonaerense les dijo a sus colegas, explicaron las fuentes al tanto de las conversaciones, que espera que esa ley salga pronto para que la Provincia de Buenos Aires pueda salir a tomar deuda al exterior -a tasas más o menos razonables- y así conseguir cierta holgura financiera para no depender de los humores de la Casa Rosada en el final de su mandato como gobernador.

Satisfizo a medias a los gobernadores que lo escuchaban, quienes siguieron reuniéndose en roscas reducidas en diferentes sedes porteñas. En una de ellas habría participado el salteño Juan Manuel Urtubey quien, rápido de reflejos, se ofreció a liderar el reclamo de las provincias petroleras, acaso soñando que él mismo puede ocupar el rol de candidato presidencial de ese lote de gobernadores de distritos chicos.

DATOS POLÍTICOS

El dato del reclamo de los mandatarios a Scioli muestra, sobre todo, cómo el bonaerense ha entrado en una etapa de su candidatura presidencial en la que diversos actores de peso en la realidad política y económica de la Argentina le exigen definiciones que estén a la altura de un jefe de Estado. Algo similar le ha pasado con el campo y con sectores de la industria, en reuniones que no trascienden demasiado.

En todo caso, la mala noticia para el sciolismo es que luego de esos encuentros, pero no sólo como consecuencia de ellos, estaría más que extendida la decisión entre los gobernadores de las provincias petroleras de separar las elecciones para cargos provinciales de los comicios para puestos nacionales.

En criollo: quieren que la elección a gobernador en las provincias –muchos mandatarios buscarán sus reelecciones- sea en una fecha diferente a la que se elija el presidente.

Por el contrario, Scioli aspiraría a que se realicen en la misma jornada para comprometer el trabajo político de su colegas detrás de su candidatura. Por supuesto que en el medio deben realizarse las Primarias Abiertas, un test que el sciolismo descuenta que ganará, aún sin saber cuáles serán los rivales dentro del Frente para la Victoria.

A oídos de un operador político del bonaerense llegó el dato de que el último viernes se concretó un encuentro secreto entre los gobernadores oficialistas Buzzi, Pérez, el ahora massista Weretilneck y el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich.

En él habrían comprometido el apoyo de los legisladores nacionales que les responden a esos mandatarios a la Ley de Pago Soberano, incluyendo dos diputados nacionales de Río Negro alineados con Weretilneck, Horacio Avoscan y Luis Bardeggia, sin los cuales peligra el quórum propio del Frente para la Victoria.

Las fuentes dicen que, a cambio, la polémica ley de Hidrocarburos podría entrar en un notable freezer legislativo hasta que llegue el sucesor de Cristina Fernández. También, que las 10 provincias petroleras tendrían manos libres para adelantar las elecciones distritales. Se reitera: de confirmarse, ésta última no es una buena noticia para Scioli.