Pacientes con cáncer buscan no renunciar al sueño de un bebé

En un momento en que la medicina comienza a torcerle el brazo al cáncer y un alto porcentaje de pacientes logra sobrevivir, una de las principales preocupaciones ha pasado a ser cómo ayudarlos a que vivan mejor. En esa búsqueda nuestra Provincia acaba de dar un valioso paso al abrir en hospitales públicos una alternativa que hasta ahora sólo estaba disponible para quienes la podían pagar: los tratamientos para que hombres y mujeres sometidos a quimioterapia puedan preservar su fertilidad.

Centro de referencia del programa que se ocupa de ello, el Policlínico San Martín ha comenzado ya a recibir pacientes de toda la Región interesados en beneficiarse con esta nueva posibilidad. Y aunque por ahora suman alrededor de una decena, los médicos prevén un creciente número de consultas dada la incidencia que tiene el cáncer en nuestro país.

Cada año unas 100 mil personas desarrollan alguna enfermedad oncológica en Argentina y un alto porcentaje de ellas son hombres y mujeres jóvenes que no han tenido todavía hijos o al menos no todos los que planeaban tener. Y aunque los tratamientos que deben enfrentar para curarse no son necesariamente sinónimo de infertilidad, se trata de un riesgo que no se debe subestimar.

“El riesgo de infertilidad postratamiento es una preocupación importante para las mujeres jóvenes con cáncer. Algunas encuestas muestran que un 70 % de las pacientes desean ser madres tras recuperarse de su enfermedad y este deseo puede ser una limitación para realizar el tratamiento oncológico correctamente, al menos a nivel emocional. Por eso preservar sus óvulos es una forma de brindarles esa tranquilidad”, señala la doctora Blanca Campostrini, jefa del Servicio de Ginecología del Hospital San Martín.

Los tratamientos, que comenzaron a realizarse en el sistema público provincial hace diez días, están destinados a pacientes con enfermedades cuyos tratamientos pueden afectar su fertilidad, como la quimioterapia y la radioterapia; y “consisten en el congelamiento de óvulos o de tejido ovárico en la mujer; y de semen, en el caso del varón”, explica la médica.

Mientras que a los hombres se les pide una muestra de semen, las pacientes mujeres reciben una estimulación hormonal para aumentar el desarrollo de folículos y óvulos maduros que son extraídos luego mediante un procedimiento ambulatorio relativamente sencillo que consiste en aspirar los folículos bajo control de ecografía. Una vez extraídos, éstos son evaluados para ver cuáles conviene criopreservar.

Más allá de brindarles a los pacientes oncológicos la chance de tener bebés, el tratamiento de preservación “opera favorablemente, porque de alguna manera les está diciendo que tiene un futuro por delante; lo que es no poca cosa desde el punto de vista psicoemocional”, cuenta la doctora Campostrini, al señalar lo valioso de que esta alternativa médica ya no solo esté disponible para aquellos que la pueden costear.