Noche de golpes y miedo en la casa de una familia de Olmos

LA MUJER GOLPEADA EN OLMOS. LOS LADRONES SE COMPORTARON DE MANERA MUY VIOLENTA Y SE LLEVARON 5.000 PESOS Y ALGUNOS ELECTRODOMÉSTICOS

La familia Mamani, de origen boliviano y radicada en Olmos, es una de tantas que se dedica al trabajo desde bien temprano. De hecho, el hombre de la casa había salido a primera hora de la madrugada al Mercado Central, para más tarde empezar el día en una quinta.

Aparentemente el grupo de cuatro ladrones que fue a entrar a robar a ese domicilio sabía de antemano que allí solamente encontrarían a la parte más débil de la familia: la esposa del hombre, de 39 años, más sus dos hijos, un varón de 16 años y una chica de 13.

La banda llegó en una camioneta Ford EcoSport, que dejó estacionada en la fachada del domicilio marcado, en 42 entre 200 y 201. A las 02.30 de la madrugada de ayer, la quietud y el frío dominaban la escena.

En su irrupción, los delincuentes también cortaron con la tranquilidad de las tres víctimas, que sumergidas en el sueño nunca escucharon cuando forzaban una reja y les entraban a robar por una ventana que da al frente.

La primera en estar cara a cara con los ladrones fue la mujer. De inmediato empezaron a darle golpes de puño y a preguntarle dónde tenía plata.

Un minuto después, los delincuentes fueron a la habitación de los adolescentes. A los dos los sacaron de sus camas y los condujeron hasta donde estaba su madre, en una muestra evidente de que buscaban amedrentarla y que tuviera la certeza de que sus hijos también corrían peligro. “Tenemos a tus hijos”, remarcó un delincuente.

“Junto a ellos, amenazándolos con armas, recorrieron el resto de la casa para cerciorarse de que no había nadie más que los pudiera descubrir”, señaló una fuente policial a este medio.

Cuando los delincuentes completaron esa revisión, regresaron al cuarto de la mujer. Las tres víctimas quedaron reunidas en esa habitación, y a la madre la ataron. Un vocero agregó que en ese interín continuaron los golpes contra ella, pero remarcaron que a los hijos “no les hicieron nada”.

Los asaltantes repetían una y otra vez que habían ido allí en busca de toda la plata que la familia tuviera. De acuerdo a lo dicho por una fuente de la comisaría, la mujer entregó unos cinco mil pesos.

Además les robaron algunos electrodomésticos y objetos de valor, sin que se precisara cuáles fueron.

Ayer por la tarde, ante la consulta de EL DIA, la mujer confirmó algunos pasajes del robo. Ratificó que la golpearon, que pasó un mal momento y que los delincuentes se escaparon en un auto.

Pero no alcanzó a decir si los ladrones, tal como sospechan los investigadores, llegaron hasta ese domicilio con la información de que el padre de familia a esa hora y ese día no estaría. Aunque un detective no creyó que, al ver al trío con armas en la mano, atinara a hacerles frente.

Las averiguaciones van por el carril de determinar quién sería el entregador y de qué zona provendrían los delincuentes. Por el horario en el que actuaron, no hay testigos que aporten para la causa.

La mujer admitió sentirse mal aún cuando ya habían pasado más de 12 horas de terminado el robo.

La misma frase, mezcla de impotencia y tristeza, es la que pronunció el chofer de la ministro de Economía provincial, que sufrió una entradera en Gonnet el lunes. A los dos, la delincuencia los dejó sin saber qué decir.