El sueño y los chicos: ¿las clases deberían empezar más tarde?

LA FALTA DE HORA DE SUEÑO ENTRE LOS ADOLESCENTES ES UN PROBLEMA QUE CRECE DE LA MANO DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS Y PREOCUPA CADA VEZ MÁS A LOS ESPECIALISTAS

Un informe de La Academia de Pediatría de Estados Unidos instaló el debate: dice que los adolescentes hoy duermen menos de las 9 horas diarias que necesitan para estar bien despiertos, Y recomienda retrasar el inicio de las clases de la mañana para las 8,30 o aún más tarde (más del 40% de las escuelas de ese país inician su actividad antes de las 8). Lo consideran una medida de salud pública adecuada para compensar la falta de horas de sueño y mejorar el rendimiento escolar de los adolescentes.

Los investigadores se basan en estudios que relacionan la falta de sueño con un amplio abanico de trastornos que abarcan desde los problemas de apredizaje a la obesidad, el riesgo de sufrir diabetes o aún lesiones de tránsito. Como contrapartida, esos estudios indican que los adolescentes que duermen lo suficiente tienen menos riesgo de sufrir problemas como el sobrepeso o la depresión, al tiempo que consiguen mejores notas.

La sugerencia divide opiniones entre médicos, psicólogos y autoridades educativas locales. Los que están de acuerdo con la idea de retrasar el horario de entrada al colegio indican que los niveles de melatonina (hormona que actúa en la regulación del ciclo sueño-vigilia) se comportan de manera distinta en adolescentes y en adultos. En el chico el descenso de los niveles de melatonina es más lento y media hora después de despertarse estan más cerca de los niveles de esa hormona propios del sueño que de los de la vigilia. El descenso de la melatonina en los chicos se produce unas dos horas más tarde que en los adultos y, del mismo modo, los chicos tardan más en dormirse y generalmente no lo hacen hasta las 23.

Los médicos especialistas en sueño que hacen hincapié en esta característica de la forma de dormir de los adolescentes ven con buenos ojos una adecuación del horario de clases, retrasándolo, para permitir a los adolescentes dormir más (ver “Los jóvenes...”).

Pero, aún cuando todos los especialistas consultados coinciden en que los adolescentes duermen menos de lo necesario, no todos creen que retrasar el horario escolar mejore las cosas.

“Es un tema complicado. Podemos estar de acuerdo en que retrasar el horario de entrada a la escuela es una buena medida, ya que tradicionalmente los chicos pasan la primera hora de clase medio dormidos. Pero también tenemos que tener en cuenta que con las nuevas tecnologías hoy los chicos se quedan mucho tiempo despiertos de noche y la familia no está siendo eficaz en el control del sueño. El riesgo de cambiar el horario es que los chicos lo aprovechen para pasar una hora más con la tablet o el teléfono celular a la noche y se acuesten una hora más tarde si nadie los controla”, dice la psicóloga platense especialista en niños y adolescenes Susana Machado García.

Para el subsecretario de Educación Bonaerense Néstor Ribet, “la falta de sueño de los chicos es un problema que se nota en las escuelas, del mismo modo que el sedentarismo o los problemas de alimentación. El estudio de la Academia de Pediatría de Estados Unidos nos parece un aporte interesante, como muchos otros estudios. Pero el sistema educativo bonaerense, en el que estudian más de 4.000.000 de chicos con distintas realidades, tiene un reglamento que establece un horario escolar. En la práctica ese horario dice que las clases del secundario se inician 7,30, las del primario a las 8 y las del nivel inicial 8 y 45. Este criterio no es caprichoso. Responde a la cultura, a las costumbres, a la articulación del horario de clase con los horarios laborales de las familias y a la forma de trabajo docente, ya que la mayoría de los maestros se desempeñan en varios establecimientos. Nosotros reivindicamos el horario vigente en las escuelas y lo vamos a seguir manteniendo”, sostuvo el funcionario.