Por un desborde cloacal, una familia dejó su casa

“PACHI” VILLAGRA Y SIMONA CHANES, VECINOS DE LA ZONA, CONTARON EL CALVARIO QUE VIVEN HACE DOS SEMANAS POR LOS DESBORDES

El calvario de vivir entre desbordes cloacales se repite sin solución de continuidad en distintos barrios platenses y esta vez tuvo en Ringuelet un episodio extremo, que obligó a una familia a abandonar su casa y a los vecinos a ducharse en una estación de servicio de la zona.

Frustrados e impotentes, los frentistas aseguran que la situación “ya no da para más”, después de que hace más de dos semanas que en el barrio de 11 entre 515 y 517 el sistema cloacal tiene una obstrucción que alteró la rutina vecinal.

Son varias las casas en la que sus habitantes que no pueden hacer uso de sus baños, ni lavar, ni cocinar, sin temor a que el agua “retorne” y traiga consigo el contenido de las cloacas, desparramándolo en el interior de los domicilios.

Según los frentistas, se encuentran totalmente tapadas las redes de la zona, algo que en el barrio puede percibirse a simple vista en las bocas cloacales que desbordan su contenido a la calle.

Lo que se ve en la esquina de 11 y 515 ilustra el calvario: allí un charco de agua es la marca que señala la ubicación de la boca de red, de donde no dejan de brotar aguas servidas que impregnan la zona de un olor putrefacto.

“Está colapsado todo”, dice una vecina, que cuenta que ni siquiera pueden hacer uso de los sanitarios o ducharse. Al hablar de las innumerables complicaciones, “Pachi” Villagra explica que para poder bañarse tienen que ir a la estación de servicio más cercana, porque el bloqueo en la red cloacal les imposibilita abrir cualquier canilla sin que se produzca un desborde.

“Para cocinar y lavar los platos tenés que recolectar el agua en tachos y tirarla afuera”, cuenta Simona Chanes. “Acá todos pagamos religiosamente la factura de Absa y en todo este tiempo lo único que hacemos es juntar números de reclamos”.

Entre los más desafortunados están los integrantes de una familia que vive sobre calle 11, quienes debieron abandonar su vivienda. Con una cisterna al nivel de la calle, la obstrucción resultó en un permanente y continuo brote de aguas servidas que, tras inundar la propiedad, se vuelcan ahora a la calle, creando otro enorme charco.

En esas condiciones, la familia, con dos chicos adolescentes, no tuvo más remedio que dejar la vivienda debido al peligro que representa ese foco infeccioso; ahora esperan que la situación se resuelva pronto.

Por su parte, la empresa Absa informó que “se están realizando trabajos de optimización en la estación de bombeo de Ringuelet y, a su término, el servicio funcionará de manera habitual”.

Pero ese no fue el único sector de la Ciudad desde el cual se comunicaron ayer con este medio para denunciar problemas en la red cloacal. Vecinos denunciaron que de “calle 32 a 43 y de 122 a 130 se pueden apreciar desbordes cloacales en todas las esquinas del barrio”.

También Jorge Arturo Fernández, del barrio 8 de Marzo, en Villa Elvira, sumó su reclamo y contó que hace un mes y medio la tubería que corre a lo largo de 8 entre 83 y 85 se encuentra totalmente tapada, arrojando su contenido a la calle. En Barrio Aeropuerto reportan una situación similar sobre 5 bis y 609 que hace dos meses llena las calles y calzadas con desechos.