Por un piquete, un nuevo calvario en la Autopista

Piquetes para pedir planes sociales, protestar por cortes de servicios o enarbolar consignas políticas. Accidentes. Obras. Animales sueltos. La bolilla puede caer en diferentes casilleros, pero la ruleta de las demoras, para los usuarios de la Autopista, no para de girar.

Durante las últimas semanas, quienes abordan el enlace vial más transitado entre nuestra Ciudad y la capital federal en las horas ajetreadas lo hacen sin tener certezas acerca de la duración de la aventura. Pueden ser cincuenta minutos... pero también tres horas, como ocurrió siete días atrás.

Ayer, la pesadilla de toparse con un bloqueo afectó a quienes llegaron poco antes del mediodía hasta el kilómetro 50. Para quienes venían desde tierras porteñas, fue a metros de arribar a destino; para quienes habían subido en 122 y diagonal 74, un freno que no les dejó siquiera cruzar el arroyo El Gato.

Los manifestantes, -que en principio fueron caracterizados como “vecinos de El Mercadito” por fuentes policiales-, estaban identificados con la agrupación Quebracho, quemaron cubiertas y desplegaron pancartas pidiendo la liberación de dirigentes detenidos.

Con presencia de fuerzas policiales y Gendarmería, la circulación se restableció después de más de una hora, en la que desde nuestra ciudad sólo se pudo subir a la Autopista en Villa Elisa, y quienes venían hacia aquí fueron desviados por el ramal Gutiérrez.

MONEDA CORRIENTE

El miércoles pasado, para miles de automovilistas la Autopista fue un infierno. Colapsó en ambos sentidos de circulación, por protestas de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) y trabajos de repavimentación. Y en medio del caos, se observaron las maniobras más peligrosas y absurdas, sin que mediara información a los atribulados conductores.

Además, la autovía que desde hace un año pasó a jurisdicción bonaerense y dejó de ser operada por una concesionaria privada, es escenario cada vez más frecuente para la presencia de ovejas, vacas y caballos deambulando sobre los bordes de la cinta asfáltica.