¡Qué bien la pasa Leo!

Lionel Messi realizó un paseo con su familia por la isla de Capri a bordo de un lujoso yate, tras visitar el puerto de Marina Grande, en el marco de sus vacaciones luego de perder con la Selección la final de la Copa del Mundo de Brasil ante Alemania.

Messi visitó el golfo de Nápoles con su familia y se embarcó en el “Givi”, un vehículo náutico de 60 metros de eslora con el cual realizó la excursión marina.

A pocos metros del “Givi”, estaba amarrado el último miércoles por la tarde el yate “Angel and demons” (Angel y demonios) del también integrante del seleccionado argentino Ezequiel Lavezzi.

A bordo de esa embarcación estaban los amigos del “Pocho”, quien contactó telefónicamente a Armando Fiorentino, uno de los responsables técnicos del puerto turístico de Capri, y lamentó no poder estar en el lugar para compartir el descanso con Messi.

La Pulga llegó a Italia el miércoles a bordo de un vuelo privado que aterrizó en el aeropuerto Salerno-Pontecagnano.

Según refiere el diario “Il Sole 24 ore”, el futbolista decidió darse un paseo por el puerto de la isla de Capri y desató la alegría de algunos admiradores que se encontraban en la zona, que no dudaron en saludarle, sacarle fotos y pedirle algunos autógrafos.

Después, el argentino, que vestía camiseta blanca, pantalones cortos y zapatillas de deporte, regresó al yate en que viaja y donde lo estaban esperando su pareja y otros amigos.

Hoy tiene previsto recorrer con el barco la costa de Campania y disfrutar de un baño en el mar Mediterráneo en algún punto entre Amalfi y Positano (sur), según el diario deportivo “La Gazzetta dello Sport”.

Además, el jugador del Barcelona podría incluir en sus planes estivales una visita a las Islas Eolias (cerca de Sicilia).