Más del 60% de los alumnos hacen sus tareas con Internet

Cifras que aportaron diferentes empresas proveedoras de Internet en la Argentina y la Encuesta de Consumos Culturales Adolescentes mostraron que más de un 60% de los chicos utilizan la web como principal medio de consulta a la hora de hacer las tareas.

Si bien la comunidad psicopedagoga está de acuerdo con el uso de esta herramienta, la gran mayoría de profesionales de dicha disciplina que fueron consultados al respecto, aconsejaron que cuando los jóvenes estén haciendo los deberes deben estar acompañados por un adulto responsable que supervise si el adolescente o niño comprende lo que hace.

Los últimos datos de la Encuesta de Consumos Culturales Adolescentes indican que el 60% de los chicos usan la Web regularmente para responder las consignas que reciben de parte de los profesores.

Si bien es plausible que los inventos, que a diario aparecen en el vertiginoso mundo tecnológico, se incorporen al mundo escolar, ofreciendo una forma más didáctica y divertida al niño o joven que estudia, también es muy importante que cada padre este alerta de como procesa su hijo la información que recopila. Así lo aseguró Guadalupe Arcidiácono, asesora pedagógica y ex directora de la Escuela Secundaria Juana Manso, de Dock Sud.

Recomendó además que se inste a la juventud a escribir lo que se ve en la computadora para así no perder esa capacidad. “Dentro de poco los cuadernos de nuestros hijos se convertirán en incunables si no dejamos un poco de lado al teclado” explicó a modo de chiste.

Por eso, los especialistas señalan que el gran desafío para los padres y docentes es ayudar a los chicos a desarrollar su capacidad de análisis de la información, ahora que el acceso a ella está mucho más extendido gracias a la Web.

EL COLEGIO DE ANTES

Hasta hace algunos años solo el 20% de los chicos utilizaban Google o Wikipedia como principal medio de investigación a la hora de hacer los trabajos prácticos. Hoy su uso esta prácticamente generalizado en todos los niveles educativos.

La mayoría de ellos fijaba la búsqueda en lo que en ese momento eran sofisticadas enciclopedias y que hoy, según la nueva generación, son aburridas y te hacen dormir. Lo cierto es que en aquel entonces los jóvenes llegaban a la biblioteca donde eran atendidos por una poca simpática y a la vez impaciente señora de lentes.

Ante alguna pregunta específica como “¿Dónde puedo encontrar los ríos de Europa?”, sin mirar, la bibliotecaria levantaba el dedo indicando donde se podía encontrar algún tipo de información para resolver el enigmático misterio. Ante los pibes de esa “Belle Époque” se erguía una pared interminable de libros. Con paciencia cada compañero, de grupos casi siempre conformados por cinco chicos, investigaba y evaluaban, con extremo y minucioso cuidado, cada tomo enciclopédico.

Más allá de las entrañables sensaciones que pueda llegar a generar en algunos este cuadro anecdótico de sucesos extracurriculares, lo cierto es que los hijos de aquellos jóvenes “habitués de bibliotecas”, de a poco, están perdiendo la capacidad de trabajar en grupo, de escribir de forma prolija y sin faltas de ortografía, y de investigar intuitivamente.

La creatividad y la innovación, el trabajo colaborativo y las destrezas comunicativas son otros campos que están siendo atacados por esta costumbre de trabajar solo y en la web