Marisol: el sospechoso tendría antecedentes por delitos sexuales

MARISOL OYHANART. PARA LOS INVESTIGADORES, EL CASO ESTARÍA RESUELTO Y BUSCAN A UN JOVEN CON ANTECEDENTES PENALES

Para los investigadores del crimen de Marisol Oyhanart, la mujer de 38 años que el último martes apareció estrangulada en las afueras de la ciudad de Saladillo, el caso estaría esclarecido o, en vías de lograrse su definitiva resolución, al punto que ya tienen a un sospechoso en la mira.

Se trataría de un joven de 27 años con antecedentes por delitos sexuales -exhibicionismo- y quien habría sido visto por al menos tres personas en las cercanías del lugar donde se halló el cadáver.

Como publicó este diario en su edición anterior, la Policía allanó dos domicilios en procura de su captura, aunque sin los resultados deseados.

Igualmente, se supo que, en el marco de esos operativos, desarrollados en las calles Rojas y Lope Serrano y en Dellatorre y Martín Fierro, los pesquisas incautaron distintas prendas de vestir, que ahora serán enviadas a un laboratorio para saber si pueden ser de utilidad en la causa que encabeza la fiscal platense Patricia Hortel, aunque a cargo de la UFI descentralizada Nº 1 de Saladillo.

Respecto del presunto homicida, distintas versiones -no confirmadas por fuentes oficiales- indicaron que ya se habría requerido su detención formal, por lo que se encontraría en calidad de prófugo.

También trascendió que su círculo de allegados directos no sería bien visto por los pobladores de Saladillo, atento a que se dedicaría a actividades de dudosa legalidad.

Marisol –maestra jardinera, madre de tres hijos– salió a caminar el lunes a las 15 y nunca regresó. A las 18 su marido radicó la denuncia, una vez que su hija mayor lo llamó desesperada al trabajo para avisarle que su mamá no aparecía.

Esa misma noche, la Policía, los Bomberos, gente de la Municipalidad y los propios familiares recorrieron el área sin éxito.

Recién fue en la mañana del martes siguiente la ubicaron muerta en un pastizal, a veinte metros de la calle de tierra que solía transitar, cerca de “dos taperas”, según los investigadores.

La autopsia arrojó que la mujer había recibido una paliza que la dejó desvanecida. El homicida la sacó del camino y la arrastró varios metros por un descampado, donde la ahorcó con sus manos.