Las tradiciones del Congo que llegaron para quedarse

Todo empezó hace alrededor de dos años, cuando el percusionista y docente Thobos Lubamba y el bailarín Efuka Lontange, nacidos en la República Democrática del Congo, llegaron a la Argentina para participar del Día Internacional de la Francofonía en Buenos Aires. Lubamba y Efuka, interesados en difundir la cultura del Congo, se contactaron con la Cátedra Libre de Estudios Afroamericanos y Afroargentinos de la Universidad de La Plata a través de su embajada y juntos iniciaron un trabajo del que hoy participan músicos, bailarines, musicólogos, investigadores y constructores de instrumentos, además de alumnos secundarios y profesionales de otras disciplinas interesados en la cultura del Congo.

El proyecto busca difundir la cultura del Congo entre los platenses, pero también rescatar lo que hay de ella en la identidad Argentina y latinoamericana. Porque, aunque pueda sonar exótica, la tradición del Congo tiene mucho que ver con nuestro país, ya que desde esa nación y desde Angola llegaron la mayor parte de los esclavos que arribaron a Sudamérica en la época colonial. De allí que, al acercarse a algunas manifestaciones culturales locales, tales como el tango, el candombe o incluso algunas palabras del lunfardo, Lubamba y Lontange las encontraran familiares y no dudaran de sus raíces africanas.

Así lo explica Augusto Pérez Guarnieri, investigador del Museo Azzarini de instrumentos musicales y uno de los coordinadores de la iniciativa, que hace pocos días volvió a traer a la ciudad a Lubamba y Lontange, quienes ofrecieron talleres para alumnos secundarios en el Liceo Víctor Mercante, otros abiertos al público en la Universidad y dieron instrucciones para construir en La Plata tambores ngoma, instrumentos típicos que ya suenan en talleres de percusión que se realizan en el mencionado museo con la participación de profesionales de distintas disciplinas (ver aparte).

Thobos Lubamba es percusionista, docente del National Institute of Arts de Kinshasa y músico de Papa Wendo Kolosoy, considerado el “padre de la rumba”. Comenzó a tocar los tambores siendo muy chico y con el tiempo se convirtió en un nexo entre los grandes tamboreros congoleños de la década del ´70, que en su mayoría se fueron a trabajar a Europa y Estados Unidos y las generaciones de tamboreros más jóvenes, interesados en conocer sus tradiciones. Con todo, si por algo se caracteriza Lumumba es por mantener esas tradiciones sin dejar de crear, a partir de ellas, propuestas innovadoras.

Efuka Lontange es bailarín discípulo de Lucky Zébila. A partir de la labor de ambos artistas se estableció una red de trabajo que involucra al Museo de Instrumentos Musicales Azzarini, el Liceo Víctor Mercante, la Asociación Tocolobombo (dedicada a la investigación y la difusión de la percusión, que es de Rosario), el Centro de Estudios Musicales de La Plata y la embajada de la República del Congo.

HUELLAS

Según explica Pérez Guarnieri: “la mayoría de los esclavos que llegaron a Sudamérica en la época colonial procedían del tronco bantú, de Africa Central, lo que hoy es Angola y la República del Congo (ex congo belga) y la República Democrática del Congo (ex congo francés).

De allí que en la cultura rioplatense sea dable encontrar huellas de esas tradiciones que durante años fueron invisibilizadas.

Entre ellas las que aparecen en algunas músicas locales como el tango y el candombe porteño. O en algunos términos de raíz bantú como “mondongo”, “quilombo” o la propia palabra “tango”, que en lengua kikongo significa “tiempo”.

Pero aparte de encontrar esta impronta africana en varias expresiones culturales locales, los artistas congoleños trajeron hasta La Plata sus ritmos característicos, que llegaron para quedarse.

Según explicó a este diario Pérez Guarnieri, “la vivencia de géneros como el tscha-tscho, el mapasa, el ezombi y el ekonda, generaron una gran cantidad de material de trabajo que actualmente se está empleando en los talleres de tambores del Museo Azzarini, en los cursos regulares del Liceo Víctor Mercante y en la comparsa de candombe porteño de la Cátedra Libre de Estudios Afroargentinos y Afroamericanos, todas dependientes de la Universidad de La Plata”.

Lubamba, que volvería al país en marzo del año próximo, participa de un estudio comparado entre antiguas tradiciones congo locales y argentinas.

Durante una visita a la comparsa de candombe porteño Lubamba dijo sentir a esa manifestación popular como “muy familiar”.

El artista escuchó atentamente una serie de cantos en lenguas africanas que la comparsa practica tomando como fuente el trabajo etnográfico del licenciado Norberto Pablo Cirio.

Son cantos afroporteños muy antiguos que la comunidad afroporteña piensa que datan del período esclavista y que tienen origen en Africa. En esos cantos, Lubamba encontró referencias (como una alusión a un Dios Todopoderoso) que sugieren que se cantaban en acontecimientos religiosos.

COMPARTIR

Los maestros africanos también llevaron conceptos pedagógicos arraigados en sus tradiciones locales a su actividad en el Liceo Víctor Mercante, donde se desarrolla el proyecto Africa en el Aula.

Entre esas ideas, destacan la de concebir a la actividad de tocar percusión como una forma de compartir basada en la confianza.

“Quiero que mis alumnos confíen en que pueden toca todo lo que les pido y lo que se propongan. Para eso toco y los invito a tocar. Nada de pensar o escribir en este momento. Se trata de sentir, de percibir, de jugar y de disfrutar de este encuentro confiando en que todos podemos hacerlo”, dijo Lubamba durante el encuentro con los alumnos,

“UNA VISION FRIVOLA DEL CONTINENTE AFRICANO”

Para Pérez Guarnieri, “estas ideas nos permiten inferir que sabemos muy poco de Africa. De hecho se tiende a generalizar la visión de un continente como si fuera un país, pero tengamos en cuenta que en Africa existen más de mil lenguajes y, particularmente, en la región bantú, a la que pertenecen los países República Democrática del Congo y República del Congo existen más de 400 dialectos. Persiste en nuestra sociedad una visión frívola del continente africano a lo que podemos sumar las visiones racistas y discriminadoras. Esto no nos asombra en un país en el que la invisibilización de los afrodescendientes como conformantes de nuestra identidad y su exotización continúan asiendo materias pendientes para todos”,

Según destacan desde la Cátedra deLibre de Estudios Afroargentinos y Afroamericanos de la UNLP, el trabajo con los artistas del Congo continúa. Se espera que uno de ellos vuelva al país en noviembre que a principios del año próximo se realice una nueva visita a La Plata.

Como en cada uno de los talleres de los que participaron hasta el momento, la promesa es que lo que comienza siendo una clase sobre percusión e instrumentos típicos se transforme en una verdadera fiesta.