Breves pinchas

HOYOS SE QUEDO AFUERA

Para el partido de ayer frente a Argentinos Juniors, Diego Cagna había decidido concentrar diecinueve jugadores por lo que sobraba un futbolista para integrar el banco de relevos.

Por tal motivo, el mediocampista estadounidense Michael Hoyos se quedó al margen de los dieciocho futbolistas que formaron planilla.

Sobre los dieciocho jugadores, un total de once se formaron en la cantera de Estudiantes: Leandro Desábato, Raúl Iberbía, Carlos Auzqui, Marcos Gelabert, Maximiliano Núñez (todos estos como arrancaron en el equipo titular), Agustín Silva, Matías Sarulyte, Mauricio Pablo Rosales, Jonathan Silva, Leonardo Jara y Guido Carrillo.

En tanto, los siete jugadores “foráneos” en el Estadio Diego Armando Maradona fueron: Justo Villar, Germán Ré, Jonathan Schunke, Matías Sánchez, Román Martínez, Duván Zapata y Mariano González

PEÑALBA, UN VIEJO CONOCIDO

Gabriel Peñalba, que ingresó en la parte complementaria por Favio Vázquez, jugó ayer su segundo partido con la camiseta de Argentinos luego de que fuese afectado de una enfermedad que casi lo tuvo postrado durante varios meses.

El lungo mediocampista, que tuvo breve paso por Estudiantes en el año 2010, padeció el síndrome Guillain-Barré que es un trastorno grave que ocurre cuando el sistema inmunitario del cuerpo ataca parte del sistema nervioso por error. Esto lleva a que se presente inflamación del nervio, lo que ocasiona debilidad muscular.

Se desconoce qué lo desencadena exactamente. El síndrome puede presentarse a cualquier edad, pero es más común en personas de ambos sexos entre las edades de 30 y 50 años.

A menudo se presenta después de una infección menor, ya sea pulmonar o gastrointestinal.

Entre otros, los síntomas del Guillain-Barré son: pérdida de reflejos en brazos y piernas; hipotensión arterial o control deficiente de la presión arterial; debilidad muscular o pérdida de la función muscular (parálisis).

En los casos leves, es posible que no ocurra ni la parálisis ni la debilitado puede ocurrir en los brazos y las piernas al mismo tiempo; cambios en la sensibilidad; dolor muscular (calambres) y falta de coordinación.

A mediados del mes de abril, Peñalba afirmaba que había perdido cinco kilos como consecuencia de su internación y que iniciaba un entrenamiento especial para “volver a fortalecer la masa muscular”.